G:- Es raro que en un seminario sobre las formas del amor, no hayamos visto en ningún momento el amor por un hijo, qué forma de amor es esa.
Yo:- Bueno, lo que pasa es que casi todos los textos que leímos desde octubre fueron escritos por hombres. Y tener hijos, y el terrible amor que es esa entrega, es algo propio de la mujer. Los hombres no escriben sobre esas cosas.
Y ahí Lucas dijo algo como "no porque ustedes lo empujen al mundo van a tener más relación con el hijo que el hombre". No sé, che. A mi me parece que desde siempre, por más involucrado que esté el hombre con el hijo que va a tener, es la mujer la que resigna muchas cosas para tenerlo. Por empezar, su cuerpo, cuyas buenas formas están altamente valoradas en el mundo en general. En muchos casos, también su carrera. No sé, me parece que hay muchas cosas que son obvias de explicar acá, pero ciertamente creo que es más propio de mujer saber qué forma de amor es el hijo. Si, ponele que San Agustín tuvo un hijo y habla de él en sus Confesiones, pero lo adoptó y metió en su vida cuando estaba crecidito, es decir, cuando él se cansó de parrandear por la vida y se hizo cura, más o menos.
Eso me hizo pensar en algo que dijo Laura en el seminario sobre Simone. "Los textos que leemos acá -Platón, Homero, Aristófanes, Sófocles, San Agustín- son los pilares del pensamiento, son clásicos que han dado forma a la historia intelectual. Pero también tienen un lado muy cuestionable. Desarrollan ideas de sociedad sobre la destrucción de libertades básicas, y son esencialmente misóginos. Es necesario hacer un cuestionamiento serio sobre estos textos, y replantear en qué medida dan forma a la sociedad en la que vivimos hoy". Yo por mi parte creo que estaría bueno leer más mujeres. Pero no me vengas otra vez con Sapho y Teresa de Ávila. Tiene que haber otra cosa.
1 comentario:
Simone de Beauvoir mi estimadísima camarada, Simone de Beavoir.
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