jueves, julio 01, 2010

Cosas que uno aprende haciendo la valija

* Vivo con más cosas de las que necesito en verdad. Me traje ropa a Berlín que nunca usé, y allí no más la abandoné también. Cuando le comenté esto a Dana, mi roomate, me dijo "Si, es verdad. Pero también estaría bueno tener más espacio". Si.

*La mentalidad de último momento me hace pensar si existirá en algún lado un Primer Momento, con mayúsculas, respetable, querido por todos, pero al que nunca logro identificar. ?¿Será que no existe? Y los que lo vieron, ¿qué? ¿Quiénes son? ¿Dónde están? O más importante: ¿por qué no me ayudan a hacer la valija?

*Hacer la valija después de nueve meses no es empacar tus cosas, es mudarte. La diferencia está en que empacar es seleccionar, doblar y guardar ropa. Y según el tiempo, la ecuación se convierte en: ropa + zapatos para diferentes ocasiones + botas + carteras varias + collares y aritos y pulseras. Mudarte es darte cuenta que aunque ya guardaste toda la ropa, siguen quedando cosas. La ecuación anterior cambia: [todo lo previo] + cajita de jabón + cajita de jabón + libros + poster de teatro + lamina de Degas + apuntes + ropa comprada + regalos.

*No es cierto que puedo sola con dos carromatos de treinta kilos cada uno y tres bolsos colgandome del cuerpo. No. No sé en qué momento lo pensé, pero es ficción al 100%. Por suerte tres amigos me ayudaron hasta el aeropuerto. Mi prima Ohiana me pregunta cómo hice sola en el aeropuerto de Bilbao y desdde allí hasta San Sebastián (donde estoy ahora). No sé. Pero llegué! Lo que no sé cómo va a suceder es viajar a Madrid el domingo. Veremos.

*Uno va y viene, porque resultó ser que en el reparto de almas, le tocó la nómade. También puede ser que uno se haga su propia alma, y creo creer más en eso que en lo anterior. Y lo que uno se lleva siempre es un poquito de todas las personas que encuentra en los caminos, más que las cosas que logra juntar y meter en la valija. Siempre fui y vine mucho, y siempre extraño y me cuesta dejar a la gente. Pero de alguna forma, mi vida previa también me preparó para eso, y no me había dado cuenta. Me mudé siete veces antes de mudarme de Berlín. Guau, si que llevo gente adentro mío.