miércoles, noviembre 25, 2009

lunes, noviembre 23, 2009

No kangaroos in Austria

El sábado a la noche fuimos a un british pub a ver la banda de Gav, el novio de Emily. En el camino, en una esquina antes de llegar al antro musical, vi un lugar que en el cartel tenía los colores rojo y blanco, y una señal con un canguro tachado. Me reí para adentro y pensé "No kangaroos in Austria", el slogan de la típica remera que comprábamos en Salzburgo. Cuando paso en frente, vi un cartel que decía "Stiegl". No pude evitar decir en voz alta: "Aaay!! Esta era la cerveza que tomábamos en Salzburgo... !!". Una señora que esperaba afuera se rio. Ahi me di cuenta que estaba pasando por la puerta de un restaurant austríaco. Me vinieron un montón de recuerdos: el bierstube, Schloss Leopoldskron, Lesson Plans, coffee break, biergarten, tren a Munich, fin de semana en Viena, el museo de Klimt y el de Josefina, Susan, Paul, Connie, Sanjeev, y miles de personas que me marcaron de una manera particular.

*Sarah (mi roomate) y yo, con el Schloss de fondo

sábado, noviembre 14, 2009

Autoridad

Hoy al mediodía, Jarrell vino a "brunchear" con nosotros. Él estudió en Saint John's College, una de las instituciones líder en Educación Liberal. Estaba hablando de cómo fue su experiencia de estudiante, y cómo vivió la educación sin profesores, al menos no en el sentido convencional. Pero momento. Algo hace ruido. Porque al fin de cuentas, cuando a uno le dan tanta libertad, es difícil decidir qué hacer con ella. ¿Acaso no hay decenas de ensayos sobre la necesidad del hombre de responder ante una autoridad? ¿Puede el hombre vivir en una sociedad sin autoridad, sin alguien a la cabeza? O más específicamente: ¿puede educarse sin la autoridad de un profesor? Le pregunté a Jarrell si se puede estudiar y aprender sin autoridad.
"Siempre hay autoridad, el problema es a qué llamamos eso. En un sistema de educación liberal, la autoridad no la tiene el maestro, si no el texto mismo. El estudiante se relaciona directamente con eso, y se nutre de las interpretaciones que pueda sacar de esa fuente. El maestro solamente hace la primera pregunta. A lo sumo, guía la discusión, pero no puede intervenir más. Lo que uno tiene que preguntarse es qué gobierna el propio espíritu. ¿Es la autoridad el deseo de saber o el propio objeto de deseo (es decir, el tema que se estudia)? En definitiva, no puede existir una educación sin autoridad, porque sería solamente entrenamiento. Lo que vale preguntarse es qué dirige al propio espíritu en su educación."
Ahora, ¿de dónde viene esta pregunta? ¿Es la necesidad de autoridad algo propio del hombre, o creado por la cultura en la que está inmerso?. "¿Y vos qué pensás?", me contestó. Mmm... Para organizarse en sociedad, necesariamente tiene que existir cierto nivel de autoridad. Esto indicaría que es inmanente al hombre, como su misma naturaleza gregaria. A la vez, para poder mantener este estado de cosas, la sociedad infiere en el hombre esta necesidad de autoridad. De no existir esta cualidad del espíritu, todos seríamos por defecto anarquistas. Y todavía no se contempla (lamentablemente) una sociedad funcional donde todos sus miembros sean de esa manera... y vivan en paz.

lunes, noviembre 09, 2009

9 de noviembre en Alemania

Hoy, desayunando en la cafetería, escuché este tema. Era otra versión, de estudio, pero digamos que así arrancamos el día en Berlín.


Porqué no es feriado
El nueve de noviembre, según el año que acompañe, tiene diferentes significados en la historia alemana. En 1918, marcó el fin de la monarquía y el comienzo de la Weimar Republic. En 1923, fue la fecha del intento de golpe de Estado de Hitler y miembros del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores. Fue a prisión entonces, donde escribiría el libro que hoy está prohibido en Alemania. En 1938, con Hitler en el poder, el 9 de noviembre tuvo lugar la Noche de los Cristales Rojos. Se destruyeron 1400 sinagogas entre Alemania y Austria, más de noventa judíos fueron asesinados, y miles arrestados. El 9 de noviembre de 1989, cae el muro de Berlín. En Alemania no es feriado porque no queda claro si el día sería para conmemorar, para festejar, para honrar víctimas.

20 Jahre Mauerfall Fest der Freiheit

A las seis salí de Pankow para llegar al festival en conmemoración de la caída del muro. El evento era en las Puertas de Branderburgo, a unos cuarenta minutos de mi residencia. Fui con Candela, otra argentina. Ya cuando pizamos Alexanderplatz, era un mundo de gente, todos agolpados contra la reja que separa a la multitud de la pieza principal: el dominó artístico que representaba al muro. Caminamos como pudimos, abajo de la lluvia (no podía no llover en Berlín un 9 de noviembre...), atravesando charcos con botas, una cámara de video profesional, otras fotográficas y mucha buena onda. Caminando en un mar de gente, las aguas se hicieron densas y llegamos a una baranda. Una barrera. O eso pensamos. En verdad no había nada, solamente policías que decían que no podíamos pasar. El concierto de Barenboim estaba por empezar y todavía estábamos lejos. La gente protestaba, algunos comentaban que el muro había vuelto, y una chica menudita de campera blanca, se deslizó por un hueco y salió corriendo. Cinco minutos más tarde, todos empujábamos. Finalmente pasamos.
Nos ubicamos en un hueco desde donde veíamos un pedazo de la Branderburgo y la pantalla gigante. A un metro nuestro, el comodín.
A pesar de la charlatanería, pudimos escuchar algo del Maestro. Fue increíble presenciar los discursos de los líderes mundiales ahí, a unos cuantos metros de donde estábamos paradas. Fue increíble y confuso. Primero habló Klaus Wowerein (el alcalde de Berlín), luego Sarkozi. El presidente francés (sans Carla) habló de que lo que sucedió en Berlín fue un acontecimiento para el resto del mundo, una experiencia compartida. Siguió Dmitri Medvedev (presidente de Rusia). Siguió Gordon Brown (Primer Ministro de GB). Dijo que lo que pasó en Berlín, pasó en todo el mundo. Que es un ejemplo de lo que puede lograr la gente cuando se mantiene unida para luchar en contra de la represión, en contra de la tiranía y en contra del calentamiento global (?). Si. Incluyó eso en la lista. Si. De las cosas que el Ser Humano tiene que dar batalla. Bueno. Ah, si, y Gran Bretaña sigue estando en el corazón de Europa. Ok. Siguió Hillary, lovely Hillary que movía la cabeza al ritmo de la Sinfonía 7 de Beethoven. Habló de cómo lo que pasó en Berlín en verdad lo vivió todo el mundo, como una manifestación de la Humanidad a favor de la libertad de expresión. "Y ahora los dejo con un hombre que ha atravesado muchos muros..." luego de presentar al presidente de Estados Unidos como a un héroe o estrella de rock comprometida con la paz mundial, se proyectó un cordial saludo de don Obama. En ese espacio, Barack usó su tiempo y el de los berlineses para recitar una parte del preámbulo de la Constitución norteamericana, habló de la libertad como valor por encima de cualquier otro y de cómo lo que pasó en Berlín lo vivió el mundo entero. Cerró los discursos Angela Merkel.
Luego, dos presentadores de televisión hicieron entrevistas a Mikhail Gorbachev y Hans-Dietrich Genscher, entre otros. Tocaron don bandas alemanas y Bon Jovi (?), que estuvo presente el mismísimo día de la caída del muro, con su pica de mano y sus rulos ochentosos, escarbando el concreto para llevarse un memento.
Finalmente, empujaron la hilera de dominós en tres momentos diferentes. La que estaba delante nuestro fue la última. Para ese entonces, ya éramos todos bastante amigos en los diez metros cuadrados que nos rodeaban. Los de adelante cerraron el paraguas, el francés que se enojó porque me paré entre él y su amigo ya me apreciaba y habíamos logrado un aire de convivencia aceptable, casi feliz. Cuando pasaron las fichas gigantes (pintadas por artistas, niños y gente común de todas partes del mundo), la gente gritaba y aplaudía. Una sensación increíble de estar viviendo este festejo en comunidad. La noche cerró con un cielo incediado de fuegos artificiales.

sábado, noviembre 07, 2009

Porqué te va a gustar Latin America

Anoche, hablando con Bardhi (Kosovo), le dije que pensaba que le iba a gustar América Latina, y él me dijo que tenía ganas de viajar y conocer la región. "¿Y porqué decis que a mi me va a gustar?", me dijo. He aquí algunas de las cosas que intenté decir:
- En América Latina todo es un desorden, y eso puede ser más divertido (exciting)
- En Europa está todo como muy ordenado y las cosas simplemente funcionan. Allá no.
- Por ejemplo, en comparación: en Estados Unidos, si te cagan, les hacés un juicio y ganás; en Europa no te cagan; en Latinoamérica te cagan siempre, y siempre pensás que la próxima vez va a ser distinto y te quedás igual.
- La gente es muy cálida y afectuosa
- Las personas que deciden irse, quieren volver después de unos años, porque tiene ese encanto que no se puede explicar
"¿Y vos qué estás haciendo en Europa?", me preguntó el muy desgraciado. Emm... "Me estoy educando" (?). No sabemos, ya lo averiguaremos.
Bueno, de Latin America dije muchas cosas y no sabía muy bien lo que estaba diciendo con todas ellas... Pero me parece que el chico va a viajar igual.
Un pedacito de América Latina*

jueves, noviembre 05, 2009

Un gobierno militar

El tema surgió en seminario, después de la clase de Jarrell.
Estábamos hablando de los guardianes de la ciudad que Sócrates construyó en palabras en la República. David, nuestro lider de seminario, nos preguntó: "y ustedes, que da la casualidad, son todas mujeres, ¿se sienten atraídas por los militares?". Yo enseguida dije que no. Que su estructura mental está formateada para recibir órdenes siempre, que sus vidas están marcadas por la serialidad y la rutina, que todo esto combinado no deja mucho espacio para la creatividad. Luzie dijo que podía admirar a una persona que sólo trabajara para el bienestar de los demás, pero que no se sentía atraída. Anisa dijo que si.
Luego, como estábamos hablando de que los guardianes en la ciudad de Sócrates tienen el control, Alya preguntó si los ciudadanos podían elegir a estos guardianes. David dijo que no. Y surgió el tema de un gobierno militar. "¿Cuál sería el problema de que haya un gobierno militar?"
Y cuando preguntan eso, yo en lo único que puedo pensar es en Videla, Galtieri y los otros soldaditos, y las miles de personas que desaparecieron. Entonces dije que la gente no puede vivir siempre bajo gobierno militar, en algún momento hay una insurrección. Porque cuando no podés salir de tu casa después de las ocho de la noche, no podés tener una agrupación política, no podés hablar de ciertos temas en los medios... la gente empieza a sentirse oprimida. Y va a preferir siempre su libertad, siempre la democracia, por chota que sea.
"Si, pero ¿qué pasa si el gobierno militar es impuesto pero hace cosas buenas para las personas?", me preguntó Anisa. Y David dijo que había varios países que históricamente tenían gobiernos militares y que los ciudadanos no se oponían a eso. El seminario terminó. Yo me sentía enojada, queriendo explicar algo que no me salía.
Y hablé con Anisa en la cocina. Le dije que el tema me movía mucho por lo que había pasado en Argentina. Y ella me dijo:
"Te entiendo. A mi me pasa lo mismo. En Pakistán es al revés. El último gobierno que tuvimos fue de un militar que derrocó al gobierno anterior. Pero bajo su mandato uno podía caminar por la calle seguro, no te violan, no te afanan, no te matan. Habían cerrado muchos canales de televisión, y él los abrió de nuevo. ¡Un militar! ¡Abriendo medios de comunicación! Y cuando terminó todo lo que dijo que iba a hacer, llamó a elecciones. Ese es el problema. En Pakistán estamos bien con los gobiernos militares porque los militares provienen de las clases sociales más bajas, realmente les importa la gente. Saben lo que la sociedad necesita, los problemas que padece porque los han vivido. Los políticos no. Son burgueses, que ya tienen su fortuna y les da lo mismo lo que la gente necsite o no. Hacen lo que quieren."

En Berlin se cansó de llover y empezó a nevar

Es una mezcla de cosas.
Ayer estaba en la clase obligatoria, la de Historia Intelectual donde estudiamos la República. Estaba dando la conferencia uno de mis profesores favoritos, Jarrell. De pronto encontré que estaba diciendo cosas muy parecidas a las que se me ocurrieron a mi cuando lei el segundo libro, en el que Sócrates decide inventar la ciudad teórica. En resumidas cuentas, el septuagenario irónico quería construir una ciudad para ver ahí - en una escala grande - cómo surgía la justicia y la injusticia; para luego ver si alguno de estos elementos se repetía en el ser humano - como individuo, escala chica. Yo intuyo que la justicia se va a dar en cómo uno se relaciona con los demás. Si trasladamos esto al Ser Humano, mi tesis era "un Ser Humano justo será aquel que se relacione en buenos términos consigo mismo, es decir, que se mantenga sincero con sus propios valores". Gerald habló no exactamente de esto, pero si de la relación Ser Humano - Ciudad. Estuvo interesantísimo (si a alguien le copa, hago otro post con todo lo que anoté).
Cuando terminan estas conferencias, siempre hay un espacio para hacer preguntas. Y yo participé un montón. O sea... ¡Yo participé un montón! ( = tono de sorpresa). Digamos, hasta antes de ayer, me sentía que por ahi no estaba en el lugar correcto. El idealismo me da un poco de alergia, y más de una vez pensé "guaichis, que inteligente, cómo se le ocurrió eso...". Y de pronto estaba en el Lecture Hall, ahi, haciendo observaciones sobre el hombre, que sacrifica su individualidad en pos de la vida en comunidad, y que esto vuelve sobre él con beneficios, y que los griegos no tienen una palabra para diferenciar la individualidad de cada uno... En fin, mis pensamientos me tomaron por sorpresa. Como que entraron en mi cerebro y me dijeron "Che, vi luz, entré".
Y en ese preciso momento en que Gerald me estaba respondiendo, me pareció ver detrás de él que las gotas de la lluvia incansable (que nos había acosado los últimos tres días seguidos) se hacían más gordas. De pronto ya no eran casi imperceptibles, tenían un color: blanco. Ya no caían con tanta fuerza, flotaban. Había empezado a nevar. En media hora, los suelos se cubrieron de blanco.
Y en la cafetería, Una me dijo: "que buen punto que hiciste, me despertaste. Me estaba quedando dormida". Bueno, que lindo. Por dos motivos. Uno, a una compañera le pareció interesante también lo que yo tenía para decir. Dos, parece que no soy la única que se queda dormida en clase.

lunes, noviembre 02, 2009

Sobre muros


Recién vengo de la clase de Alemán. Teníamos que escribir de tarea un párrafo sobre alguien muy famoso de origen germano (Alemania, Austria, Suiza). Yo escribí sobre Franka Potente. Y al terminar de leer, inevitablemente se habló de cine.
A Dirk no le gustó "Corre, Lola, Corre" (1998). A mi me encantó y a Bori (Hungría) también. Los demás no conocían la película (creo que tiene que ver con que tienen menos de 20 años). Luego se habló de "Goodbye Lenin". Debo haber visto esa película dos o tres veces fácil, porque me encanta. Me acuerdo que la primera vez la vi con mi hermano en el living de una de nuestras casas. A Dirk y a Bori no les gustó esa película. "Es la típica visión que tienen los del oeste sobre lo que piensan que era la vida en el este", dijo el profesor. Seguido de eso agregó que a la mayoría de los que vienen de países del este no les gusta esa peli.
Otra, tiene que haber otra. "La vida de los otros", dije. Excelente película. No, tampoco. David (México) mencionó "Fitzcarraldo". Y esa parece que le gustó. Yo dije que me sentía muy del oeste. "Es que sos, buey", me dijo David.
Ahora necesito conseguir esa película. Necesito entender el otro punto de vista. Hasta ahora lo ignoraba. Hay cierta facilidad en dividir el mundo en Oriente y Occidente, pero me parece que las cosmovisiones son muchas más. En Berlín se nota la gente que es del Este y la que es del Oeste. Pasaron 20 años pero se nota igual. Porque a veces, si, no hay muros en concreto, ¿no? Pero me da la impresión que sigue habiendo diferencias, divisiones. Y se me escapan esas diferencias de percepción.