lunes, septiembre 28, 2009

Diálogo en la cafetería

(Yo): Los norteamericanos que conocí el año pasado en un seminario internacional estaban muy orgullosos de su democracia.
(David, USA): ¿Muy orgullosos?
(Y): Si, claro. Como había muchas personas de China también, se armaban grandes discusiones sobre la libertad de expresión con los que venían de EEUU.
(D): El problema es que en mi país no existe una democracia real. La libertad existe de una forma muy ideal, como la libertad de expresión, de pensamiento, de religión. Pero en los hechos no es así. Por ejemplo, son muy pocas las protestas que son legales. Es ilegal hacer huelgas. Los trabajadores que protestan muchas veces son demandados por sus empleadores, no hay un sistema legal que los ampare. Además, el sistema es bipartidista, no hay verdadera elección. Es un modelo u otro, pero no alcanza. No hay un partido laborista. Los trabajadores de última votan a los progresistas, los demócratas, porque, ¿qué carajo van a hacer, no? Pero al final siempre los terminan cagando. No hay verdadera representatividad. Como el sistema en Estados Unidos es "el que gana, se lleva todo", no tiene sentido que haya un tercer partido.
Además, está la cuestión económica. En China lo que sucede es que se busca un desarrollo parejo de todos los sectores. En cambio en EEUU, la economía funciona para el 10% de la población, que concentra el 90% de la riqueza. Y como se trata de un país rico, el otro 90% de la gente vive bien, el piso es la clase media. La gente está contenta.

domingo, septiembre 27, 2009

Llegué (casi) sin perderme

Madre solía decir que si yo alguna vez me iba sola a trabajar a USA (como hizo mi hermano), probablemente llegaría a meter los pies en la Bahía de Hudson, me daría cuenta que me había pasado, y volvería para atrás.
Todo chiste tiene algo de verdad, ¿no? Pero tampoco la pavada. Y si, en este viajecito (all the way from Argentina?!, me preguntaron varias personas hoy) un poco me perdí. Un poco de allí y otro de allá. En el aeropuerto de Frankfurt me mandé por una escalera que no era. Y al taxista le di una dirección que no estaba bien.
Pero era la del sobre oficial de la ECLA.
Si, pero no era esa. Era otra.
Cómo, ¿hay varias direcciones?
Si.
¿Y no te fijaste eso antes de salir?
No.
El taxi se había ido, estaba en medio de una zona residencial, casi no circulaban autos (los domingos son iguales en todos lados) y no hablaba el idioma. Genial. Bueno, así estaba yo, arrastrando mis dos bellas valijas de 21 y 30 kilos respectivamente, más el bolso de mano, más la mochila con la laptop. Era el segundo timbre que tocaba, y seguía siendo equivocado. El buenhombre me dijo que la ECLA era el edificio de al lado y el otro de enfrente, pero los dos parecían cerrados. Así que tomé mis carromatos y me dispuse a atravesar lo que fuera para llegar. Luego de varias puteadas contra la paquetería de poner piedritas en lugar de baldosas lisas en las veredas, llegué a la esquina. Si, hice solamente treinta metros. Estaba mirando hacia qué lado encarar cuando se detuvo un auto en medio de la calle y se bajó un hombre joven, morocho.
¿Vas a la ECLA?
Si.
Era Zoltan, uno de los coordinadores de college life. Y así fue como él y el hombre que manejaba cargaron mis valijas en el baúl y me llevaron las tres cuadras que faltaban. Yo suelo perderme, me pasan esas cosas; pero de las otras, de encontrar ayuda en el medio de la nada, eso también me sucede a menudo.
Así llegué a Berlín. Ahora me voy a dormir porque tengo sueño, pero otro día escribo sobre mi roomate (que se alivió al saber que era tan desordenada como ella), el armenio que me preguntó sobre Batistuta y el lugar al que fuimos a fumar narguile.

jueves, septiembre 24, 2009

Empezaron las despedidas

















Hubo piñatas de celulares y la gente la pasó muy bien. Pero también sucedieron otras despedidas: las de taller (Flower, Caro grande, Caro chica y Vir, que me hizo una torta) y de Pau, mi amiga de la facu. Y faltan algunas aún. Por lo pronto, ahora me estoy despidiendo de mi placard. Él es por definición desordenado, pero lo aprecio. Mucho más que a esa valija de morondanga, que encima de creerse no sé qué cosa, me obliga a ordenar mi cerebro, y todos sabemos a la perfección que las cosas no funcionan de esa manera.

sábado, septiembre 19, 2009

(Fue el quince de septiembre) Y fueron 23

Y yo llegué tarde al parto, ya habías nacido. Porque vos te adelantaste una semana. Yo estaba en el campo y me llamaron con la radio para decirme que Adriana estaba internada. Ahí me fui a bañar. El Polaco me decía "apurate Cruz, yo sé como es esto...". Y salimos con el gordo Colly en la F100 de la comisión. Desde Malargüe, seis horas teníamos. Íbamos a los santos pedos, casi nos matamos en una curva. Mirá vos, Pilar no hubiera existido, ¿no? ¡Ay, papá! Bueno, pero no me maté mamá, estoy acá. Y cuando llegué eran las dos de la mañana. Vos naciste a las doce menos diez de la noche. Casi el dieciséis, pero no. Nos tomamos un whisky con Koko esa noche.

Todos los años me cuentan la misma historia. Hay como una cuestión de "Uf, todos los años la misma historia", pero en el fondo nos gusta escucharla siempre. Y si no me la cuentan, la repito para mis adentros. Es así. Así nací yo, ladelmedio.

lunes, septiembre 14, 2009

No podrás parar!

El fin de semana ayudé a unos amigos con la obra de teatro que hace meses venían ensayando. Estrenaron el viernes, y el sábado hubo dos funciones más. Fue alucinante estar ahí y ser parte de ese movimiento que generan todos los años. Hacer un musical como Hairspray (aqui lo llamaron "No podrás parar!") no es sencillo, pero el esfuerzo y la dedicación que pusieron todos se tradujo en cientos de risas, aplausos y plateas llenas. Mi rol estuvo en bambalinas (yo les digo "patas"), poniendo y sacando escenografía. Terminé con el cuerpo invadido de dolores, pero super feliz. Aquí les dejo fotos de uno de los últimos ensayos, que fue en el La Salle de florida.





La idea de la obra,
según Agoz













Geniales Velma (Euge) y Amber (Belu). Ni hablar de Corny (Soro), el conductor más carismático de la historia

















Penny (Nati) y
Pruddy, su mamá (Pame)


La estrella del programa, Link (Seba)
y su enamorada Tracy (Nanny genia)
intenta ganar su amor




Las mujeres van a prisión
















"¡Televisión en vivo, señores, no hay nada como esto!" (Corny)

jueves, septiembre 03, 2009

Lo que mata es la calor

Empezó septiembre, mi mes preferido. Y el clima volvió a la normalidad. Lluviecita, nublado, agüita en la cara... bastante pedorro, la verdad. A mi en realidad me gusta por el olor a flores que empieza a llenar el aire. Y porque es mi cumpleaños.
Hace apenas una semana hizo calorcito en serio. Y como este año voy a vivir el más largo invierno que tuve en mi vida, yo aproveché la ocasión y me puse un regio vestido de flores. Con sandalias si estaba que no se aguantaba, con zapatitos pintorescos si había vientito gentil.


Cuando Moni me vio bajar la escalera me dijo que le parecía bárbaro que me vistiera de veranito, que cuando ella llegara a su casa iba a hacer lo mismo. "Y si Moni, a mi me encanta el verano. Creo que es una de las cosas que más voy a extrañar". La humedad en el aire, el olor de los jazmines, el sol en la cara, el pasto recién cortado, andar en patas, en shorts y alpargatas, usar malla, olor a pileta en el pelo, tomar helado en cucurucho, las tilas de la vereda, las hojas verdes del ginkgo en el patio, la madreselva con bichitos adentro, las chicharras, los gorriones que se bañan con el rociador, ensalada de frutas, un durazno con pelusa, una ciruela muy dulce, un vaso de leche fría con torta, tomar sol en el pasto con mi hermana, pasar el colador, hacer la torre de vegetales que me enseñó mi abuela, jugar al burako en la mesa del patio.
Si, yo vuelvo en julio, tal vez algo de verano me toque. Va a ser distinto, pero por ahí un vestido me puedo poner.