lunes, enero 18, 2010

Esto de surfear sillones


Nos encontramos con la comunidad internacional Couch Surfing, una red enorme de personas en todo el mundo que te prestan un sillón para dormir y te sacan a pasear por la ciudad, sin cobrarte un peso. Como no queríamos gastar mucho, nos vino genial. Dora (Croacia) me había dicho que estaba re bueno, porque conocías gente y salías con ellos y sus amigos, así que nos anotamos para ver que onda.
La primer casa fue la de Hanno y Ninette, en Friburgo. Yo le había escrito a él para ver si nos podía hospedar. Era una fecha complicada, fines de diciembre, y teníamos muchas respuestas negativas. Hanno me dijo "mirá, no voy a estar en Friburgo en esa fecha, pero si querés te presto mi casa" (!!!). WHAAT???!!! Si, así como lee. Además hablaba argentino, porque había estado un año haciendo trabajo solidario en Baradero, en el 2003. Al final arreglamos que un amigo de él nos iba a buscar al tren y nos daba la llave. Diego y yo no podíamos creer que alguien nos prestara su casa sin conocernos. Yo le dije que no había problema, y él elaboraba teorías de asesinos seriales y trampas para turistas desprevenidos.
Cuando llegamos a Friburgo, nos vino a buscar Bjorn en bici. Caminamos hasta la casa unos veinte minutos. Bjorn se quedó como una hora con nosotros tomando te y charlando. Él también había estado en Baradero. La casa era chiquita y muy bonita. Hanno y Ninette la decoraron al estilo cubano/latinoamericano. Y nos habían dejado un vino de regalo.
Vivimos en esa casa tres días. Antes de partir, llegó Ninette con su hermano. También hablaba argentino, y le dio pena que nos fuéramos. "Cómo, ¿ya se van? Uy pensé que se quedaban más días". Nos ofreció llevarnos a la estación en auto, pero preferimos caminar por la bonita ciudad una vez más.
Así empezó nuestra vida en Couch Surfing. Siguiente parada: Amsterdam, al depto de estudiante de Mathijs.

4 comentarios:

Agustín Molina dijo...

Muy loco tu viaje (gracias por compartirlo!!)
Tu relato fue como la maldición Malinche, pero al revés.
Me encantó que en vez de decir que hablaban castellano, dijeras que "hablaban argentino"!!
(es cierto, es otro idioma!!!)

Anónimo dijo...

El argentino existe sí!!!! También se le llama 'español rioplatense'y bien vale el nombre.Es la lengua que se habla a la orilla de nuestro glorioso río...el más ancho del mundo. Tenemos cosas buenas, mejor hablemos de ellas, sí?
Muy lindo relato María!

Yasmin Abdala dijo...

aplausos!!

Yasmin Abdala dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.