domingo, marzo 07, 2010

Reirse fuerte

Anoche fue el cumpleaños de Anika, la novia alemana de Juanfe, el amigo argentino de un amigo de Diego, y ahora todos somos amigos. Llegamos al lindo departamento en Wedding, y saludamos tímidamente con un "Hallo". Pensamos que todos eran alemanes. Resultó ser que la mitad de la mesa era argentina, y de Zona Norte. En frente nuestro estaban Leo (compañero de trabajo de Juanfe) y la mujer, y al lado de Diego, Tobías, el hermano de Juanfe. Nuestra mitad de la mesa hablaba casi a los gritos, haciendo aire entre las risas, porque hablamos de todo: de cómo en Alemania no saben cortar carne, de cómo traer carne de Argentina, de un sitio que te vende desde parrillas hasta quebracho para hacer asado (que te sale una fortuna), de una parrilla en Kreuzberg, de los títulos de Crónica TV, de los diarios argentinos, chistes de santeagueños, del colegio católico al que fuimos la mayoría de los que estábamos ahí, del Huerto de los Olivos, de la UCA, de la pollerita de las chicas del Praga, del colegio del Estado. Nos reímos de eso y nos reímos de nuestra risa y al final le dije a Diego hacía rato que no me reía tan fuerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno que ya tengas un motivo para volver a tu tierra María! Siempre es bueno volver pero mucho mejor si hay un motivo para hacerlo. No es poca cosa volver a pensar en asados y en reírse fuerte, a pesar de que algunos creen que es mala educación.