jueves, noviembre 05, 2009

Un gobierno militar

El tema surgió en seminario, después de la clase de Jarrell.
Estábamos hablando de los guardianes de la ciudad que Sócrates construyó en palabras en la República. David, nuestro lider de seminario, nos preguntó: "y ustedes, que da la casualidad, son todas mujeres, ¿se sienten atraídas por los militares?". Yo enseguida dije que no. Que su estructura mental está formateada para recibir órdenes siempre, que sus vidas están marcadas por la serialidad y la rutina, que todo esto combinado no deja mucho espacio para la creatividad. Luzie dijo que podía admirar a una persona que sólo trabajara para el bienestar de los demás, pero que no se sentía atraída. Anisa dijo que si.
Luego, como estábamos hablando de que los guardianes en la ciudad de Sócrates tienen el control, Alya preguntó si los ciudadanos podían elegir a estos guardianes. David dijo que no. Y surgió el tema de un gobierno militar. "¿Cuál sería el problema de que haya un gobierno militar?"
Y cuando preguntan eso, yo en lo único que puedo pensar es en Videla, Galtieri y los otros soldaditos, y las miles de personas que desaparecieron. Entonces dije que la gente no puede vivir siempre bajo gobierno militar, en algún momento hay una insurrección. Porque cuando no podés salir de tu casa después de las ocho de la noche, no podés tener una agrupación política, no podés hablar de ciertos temas en los medios... la gente empieza a sentirse oprimida. Y va a preferir siempre su libertad, siempre la democracia, por chota que sea.
"Si, pero ¿qué pasa si el gobierno militar es impuesto pero hace cosas buenas para las personas?", me preguntó Anisa. Y David dijo que había varios países que históricamente tenían gobiernos militares y que los ciudadanos no se oponían a eso. El seminario terminó. Yo me sentía enojada, queriendo explicar algo que no me salía.
Y hablé con Anisa en la cocina. Le dije que el tema me movía mucho por lo que había pasado en Argentina. Y ella me dijo:
"Te entiendo. A mi me pasa lo mismo. En Pakistán es al revés. El último gobierno que tuvimos fue de un militar que derrocó al gobierno anterior. Pero bajo su mandato uno podía caminar por la calle seguro, no te violan, no te afanan, no te matan. Habían cerrado muchos canales de televisión, y él los abrió de nuevo. ¡Un militar! ¡Abriendo medios de comunicación! Y cuando terminó todo lo que dijo que iba a hacer, llamó a elecciones. Ese es el problema. En Pakistán estamos bien con los gobiernos militares porque los militares provienen de las clases sociales más bajas, realmente les importa la gente. Saben lo que la sociedad necesita, los problemas que padece porque los han vivido. Los políticos no. Son burgueses, que ya tienen su fortuna y les da lo mismo lo que la gente necsite o no. Hacen lo que quieren."

3 comentarios:

Agustín Molina dijo...

Muy fuerte tu entrada!!
También supongo que la diferencia entre Argentina y Pakistan debe radicar un poquito en la religión.
Me hubiera gustado encontrar las palabras que te faltaron para explicar lo que no pudiste explicar.
Lo único que se me ocurre es decirte que ningún alemán se le ocurriría aceptar al nazismo como régimen político después de Aswitz -o como se escriba-
Nosotros, después de la ESMA tampoco podemos.
Gracias!!!

mara dijo...

Te cuento, aca escribo mis experiencias, sin tratar de explicar a otros, sino más bien buscando entender yo. Y a veces (muchas) me faltan palabras, por supuesto. Pero me parece importante decirte que nunca quise poner que un alemán defendiera un gobierno militar. Por empezar, mi profesor es de USA. Y luego, hablábamos de la ciudad en palabras de Sócrates.
Gracias por pasar! Y bienvenido =)

The Tilcarallajta Herald dijo...

La diferencias entre América Latina y Pakistán no son grandes. Depende el tipo de régimen. Si uno piensa en Prestes en Brasil, Velazco Alvarado en el Perú, Torres en Bolivia o Torrijos en Panamá, por citar algunos los modelos se acercan. El populismo árabe a la Nasser también corre en el mismo sentido.